domingo, 15 de mayo de 2011

La inspiración viene y va como le da la gana... pero no se puede controlar...
Igual que a veces tampoco se puede controlar las cosas que se pasan por la cabeza, o las ganas que te entran de hacer algo en una situación determinada... aunque por suerte si puedo controlar lo que hago y lo que no.
¿Qué pasaría si un día se me apeteciese darte un beso tonto? sin ninguna razón, sólo porque sí, porque se me apetecía y punto... ¿estaría bien o estaría mal?... quién sabe... y quién sabe si nos quedaremos sin saberlo o no.
Lo cierto y verdad, es que a hoy día controlo lo que hago, quizá algunas veces diga o piense cosas que no deba, pero, eso no hace daño a nadie ¿no?

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